Tan pálidos como aquel amanecer
Que intrépido nunca verán sus ojos
Teñidos en los negros y en los rojos
Que divagan en sus noches de placer
Capitula la sangre a sus antojos
Entre sus labios que tiemblan al sorber
Mientras añoran los besos de un ayer
Extinguido en el tiempo y sus despojos
Yo le vi violar tu cuello de nácar
Con sus fauces sangrientas y temidas
Espiados por la luna de plata
Tú le diste un suspiro en despedida
Perdiste el cuerpo y ganaste el alma
Y a él le vi llorar sobre tu herida.
Hace años que no consigo cuadrar un soneto tan perfecto como ese ...
Musa!!
Volver a la vida después de perder el sueño y las noches
Divka.