lunes, 6 de abril de 2009

Humo en la noche


La noche invitaba a las almas solitarias a salir de la madriguera. La luna despertaba a los desheredados del amanecer, mendigos, putas y viciosos salian a buscar carnaza para sobrevivir y yo con paso acelerado, anegando mis pulmones de humo me movía entre las sombras para llegar a la partida. Caras de poker, miradas impasibles, martinis en la mesa y mujeres que llaman a la suerte... el repiqueteo de las monedas aceleraba mi pulso; sabía que hoy la noche prometía... Ases en la mesa, juegos de manos que invitaban a la duda y despertaban la furia de aquellos que ya habian perdido mucha pasta. Sabía que esa era mi mano, me lo jugaba todo a una carta, la tos del de mi derecha muestra su nerviosismo mientras el crupier lanza la carta sobre la mesa...as de corazones no me falles.

Giro la carta y la noche es mía.

Como dicen los sabios: Es el destino quien baraja las cartas pero somos nosotros quienes las jugamos...


Natàlia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El destino entonces depende de las manos de un croupier, y un barajador automático.

Al final todo se reduce a lo artificial.

El ser humano es penoso.

#47